viernes, 4 de mayo de 2018

AEROSMITH

LA ANTIGUA FORTALEZA DE LOS HERREROS AÉREOS.


AEROSMITH, uno de los más sobresalientes grupos de la Historia del Rock se despidieron por desgracia y definitivamente en el pasado 2017, con una gira internacional. En homenaje a ellos retrocedemos desde éste 2018 hasta justo el principio, hace 45 años: en el punto exacto donde se activó su leyenda. Las etapas de los 80 y 90 (y más allá) del triunfante combo americano no deben obviarse pero esta vez nos retrotraeremos a su época de mayor veracidad, prestigio y calidad, en mi opinión: sus cuatro primeras y más redondas obras, publicadas durante los irrepetibles años 70.




En Enero de 1973, en una tienda de discos de Boston sobresale una portada con cinco melenudos como salidos de una nube (literal). Nadie sospecha que van a ser tan buenos como Led Zeppelin. Precisamente su nombre viene dado por influencia de nombres de grupos como Zeppelín de Plomo o Mariposa de Hierro (Iron Butterfly), con ese contraste entre lo liviano y lo macizo; denominaciones éstas muy en boga a finales de los 60.


 El quinteto de la foto del cúmulo-nimbo se denominan "Herrero Aéreo" (Aerosmith). Son fans de los Kinks, Stooges, Stones o Cream pero van a empezar a construir una fortaleza de cuatro paredes más duras que una roca y con su propia e intransferible seña.

La convincente ‘Make it’ (Hazlo) inaugura los surcos de este hercúleo y homónimo primer LP y estos rockeros bostonianos han iniciado su peculiar forja. En nómina aparecen los apellidos de los resistentes trabajadores Tyler, Perry, Kramer, Hamilton y Whitford y casi nunca resultará quebrada esa plantilla pentagonal. 
Tema "Make it"

Tras la relevante arrancada, aún con gazapos de producción, construyen su segundo muro, para mí el mejor: “Get Your Wings” (Consigue tus alas, 1974) donde planea majestuoso un rock excelso y horneado en su punto justo: maleable, ágil, alumínico y de matices catedráticos.
Season of Whiter

Se alza luego una tercera tapia infranqueable, que para los oyentes resultará más popular aún que la anterior: “Toys in the Attic” (Juguetes en el ático, 1975). Cada vez se siente más segura la banda en su pulido y perfeccionado castillo.  En este punto, los reconocimientos, la fama y las ventas se multiplican para los "aero-hombres".
La manzana de Adán

Y la cuarta muralla cierra el inexpugnable fortín donde empezaron a construir su reputación y a dar batalla a los dioses principales del hard-rock como Black Sabbath, ZZ Top, Deep Purple o los propios Zep. 
El cuidado pero fornido “Rocks” (¿son rocas o cubitos de hielo en 1976?), para algunos es su más logrado y gigantesco tabique. Y así es como crea el indestructible edificio.

Antes de que una mayor cantidad de comercialidad y sustancias prohibidas comiencen a desgastarlos a partir de 1977, programamos la máquina del tiempo para un bucle interminable que vuelve a enero de 1973 y que al llegar de nuevo a 1976, torne a empezar dicho ciclo temporal 73-76. Así, eternamente, permanecería yo en el reducto alado de los más setenteros, auténticos y mejores Aerosmith.


Escrito por Txus Iglesias.

2 comentarios:

bifurca dijo...

Cuánta razon tienes.

Esos cuatro primeros discos son imprescindibles. Reconozco que Draw The Line (1977) es ligeramente inferior, pero para mi forma parte del pack básico de Aerosmith.

Saludos

Txus Iglesias dijo...

Muy buen disco también "Draw the line" de Aerosmith, en eso te concedo la razón.
Un saludo, Bifurca.